CUENTOS CON PIEDRAS

 

INVENTAMOS CUENTOS CON PIEDRAS UTILIZANDO LA ROBÓTICA


Utilizamos piedras con dibujos para que nuestro robot encuentre la piedra que cada niño elija y vamos inventando una historia a través de ellas.


 


       










Esta es la historia de un gusano que se encontró con una princesa, era de noche pero de repente vieron como salía el arcoíris.

-¡Qué raro! Dijeron,

-¿Si ha salido el arcoíris dónde está el sol?

Así que decidieron ir a buscar al sol, por el camino se encontraron con una mariposa y le preguntaron;

 -oye ¿tú sabes donde está el sol? La mariposa les dijo que ella le había visto metiéndose en su casa así que decidieron ir para allá y ver qué pasaba.

Cuando llegaron a casa del sol, le preguntaron que qué hacía en casa y el sol les contestó que tenía miedo de un lobo que había visto. La princesa y el gusanito le dijeron al sol que no tuviese miedo, que era un lobito bueno, que podía salir tranquilo. Así que el sol salió y el arcoíris pudo volver a salir de día, que es cuando le gusta salir, cuando llueve y es de día.

 

 

 


Había una vez un castillo en el que vivía un príncipe que estaba siempre muy triste porque como no tenía las llaves del castillo no podía salir de él. Un día que estaba asomado a una ventana, vio a un conejito que saltaba por el campo y enseguida le llamó y le pidió que le ayudara a salir del castillo. El conejito le dijo;

 -¿Y cómo voy a ayudarte yo si soy muy pequeño? Así que decidió ir a buscar a su amigo el dragón, porque era grande, fuerte y además echaba fuego por la boca. Así que se fue a las montañas que es donde el dragón vivía.

Por el camino se encontró con un cerdito que le preguntó que a dónde iba y cuando el conejito se lo explicó, el cerdito decidió ir con él, porque quizás pudiera servir de ayuda ya que él era un cerdito muy listo.

Después de avisar al dragón, se fueron todos a salvar al príncipe y se llevaron una espada porque el cerdito, que era muy listo, dijo que podría venirles bien para abrir la puerta del castillo.

Cuando llegaron al castillo, metieron la espada por la cerradura de la puerta, que era muy grande, la giraron y la puerta se abrió.

Desde ese momento todos vivieron felices en el castillo con el príncipe y pudieron salir y entrar siempre que quisieron.

¡Os lo contamos aquí!


 

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